Efectivamente, los chalecos han arrasado este invierno y van a continuar estando de plena moda en primavera y verano.

Peludos y cortos han hecho furor y es precisamente ese modelo el que queda bien a las chicas delgadas de talle. Pero tampoco es necesario ser una sílfide para lucir un chaleco: los más largos y de corte clásico disimulan las cinturas generosas e incluso algún michelín. La manera más clásica de llevarlos, sobre camisa, va a ser la menos usual. Mejor con camisetas, que cobrarán una nueva vida en cuanto te coloques un chaleco encima. Puedes llevarlo suelto, de una manera más desenfada o cerrado con todos los botones. Si escoges esta última opción, el resultado será muy sofisticado y más si lo llevas sin nada debajo.

Los chalecos aportan color, pueden ser de pedrería, de estilo hippy y tienes que llevarlos como un complemento más. Quedan genial con una camiseta y unos tejanos, con una falda de vuelo y hasta con un vestido. Este verano triunfarán los vaqueros, que podrás llevar desabrochados o a modo de top. Los clásicos tipo traje masculino tienen su puntillo, puedes usarlos cuando quieras dándole a tu atuendo un aire andrógino y elegante.

Esta prenda es relativamente barata y le puedes sacar mucho partido. Agénciate varios chalecos y ya verás cómo tu vestuario parece que se multiplica.