Adam Rodríguez
De origen urbano
Con tres cuartas partes de puertorriqueño y una de cubano, este muchachote que suda la gota gorda en CSI Miami nació el 2 de abril de 1975 en Nueva York.

Pasado dramático
Debutó en la tele a los 10 años en El show de Bill Cosby. Después quiso jugar al béisbol, pero una lesión lo retiró. El tipo atlético, eso sí, lo conserva.

Vueltas que da la vida
Como su 1,85 m de latin lover pasaban desapercibidos a los agentes de Hollywood, se tuvo que meter ¡a corredor de bolsa!

Otros papeles
No sólo sabe moverse en la morgue. Es un bailongo de cuidado: sale en un videoclip de Jennifer López. Lo suyo siempre ha sido la televisión encarnando a la ley y el orden. Antes de investigar asesinatos en Miami lo hizo en la Gran Manzana, en la serie Policías de Nueva York.

Gajes de la fama
Eric Delko se le quedaba tan pequeño que ya le han dado una serie para él solito: se llama Rosswell, va de muertos vivientes y se emite en Digital +. El pobre Horatio ya tiene una razón más para estar tristón.

Ganchos
Considerado uno de los 25 hombres más sexys del planeta por la revista People… por razones evidentes, adora a las latinas… ¡y lo acaba de dejar con su novia!

Gary Dourdan
De origen urbano
En fe de bautismo Gary Durdin, el mulato más sexy de la tele, y que luce palmito en CSI Las Vegas, vino al mundo el 11 de diciembre de 1966 en Filadelfia.

Pasado dramático
Mucho antes de hacerse ese hombretón de 1,88 m y ojos verdes, a los seis años sufrió el asesinato de su hermano de 23, crimen aún no resuelto.

Vueltas que da la vida
Antes de rey y amo de un laboratorio, fue segurata en unos estudios. De ahí le viene su ínclita pose ante los perversos delincuentes a los que se enfrenta.

Otros papeles
Con rastas y a lo loco empezó en obras de teatro experimentales. Después, en Alien: Resurrección, y más tarde en Ali, donde interpretaba al líder afroamericano Malcolm X.

Gajes de la fama
Cuando Gary encontró a Warrick su vida cambió para siempre. Ahora se siente acosado por el hecho de ser visto por 25 millones de norteamericanos. Nosotras, más que acosarlo, le haríamos otra cosa.

Ganchos
Su pelo, obviamente (“ningún peluquero conseguirá que tengas mi cabello”), su estilazo (Armani, Gucci y unas Puma) y, por supuesto, su carita.