11 maneras de entrarle a un tío

¿Te cuesta entablar conversación con un chico? Te revelamos qué decir… ¡estés dónde estés!

EN LA DISCO

Es lo más chupado: tanto si es un camarero como un chico que está pululando, le pegas un rollo sobre que le gusta a una amiga tuya. Su ego siempre los hace caer.

EN LA PISCINA

No sabes tirarte de cabeza, eres un desastre: busca al chaval más atlético y pídele que te enseñe.

EN EL SUPER

Observa bien su carro y dile todas las atrocidades que puedas sobre su dieta. No vale ser una maruja y darle una receta pero, como quien no quiere la cosa, coméntale que los bífidus son una patraña y que el salami más barato y más bueno está al final del pasillo.

EN LA CALLE

Si estás de guiri en otra ciudad basta sacar el mapa, preguntar y… el resto corre a cargo de tu labia. Y ¿qué pasa si estás en tu propia ciudad? ¡Pues que no tienes por qué saberte todas las calles!

EN EL GIMNASIO

Clásico donde los haya. Tanto deporte y vida sana hacen aflorar lo mejor de cada cuerpo. Eso sí, ¡la competencia es dura! Así que ataca… pero con mucha simpatía.

EN LA PLAYA

¡Para qué están los balones! Un pelotazo en toda regla y a pedir perdón con tu mejor sonrisa. Que se te escapen las palas o el frisby también vale como excusa.

EN EL CAMPING

Antes de empezar a montar vuestra tienda: ¡localización! Ficha a los que estén más buenos del cámping e intenta instalarte lo más cerca posible. Al cabo de unos minutos siempre puedes ir a pedir un martillo, unos clavos, otro día la sal, etc.

EN UN MUSEO

Nena, ¡aquí lo tienes fácil! Pregúntale sobre las exposiciones itinerantes, sobre los días de entrada gratuita o sobre qué museo es su preferido y… voilà!

EN UNA CONCENTRACIÓN DEPORTIVA

¡Ay, esas liguillas de barrio! Tu hermano, tu primo o tu vecino seguro que tienen algún partidillo. Ve a animar a los de casa… ¡o a los de fuera!

EN UNA TIENDA

Lo más socorrido es el dependiente. Maréalo con las tallas, con los colores… También hay clientes con los que se puede tropezar y…

EN EL TRABAJO

¿Estás haciendo unas horas en ese bar de copas, en esa tienda o echando una mano a algún familiar? No desaproveches la oportunidad. El hecho de que trabajes te da un aire de responsabilidad que les atrae.

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